Personalmente me parece una aberración un coupé diésel, cuanto ni más un Corrado que nunca sufrió tal humillación en origen.
Como proyecto merece todos los respetos por el hecho de realizar artesanalmente lo que una marca no ha querido hacer aprovechando las posibilidades que el banco de órganos de VAG ofrece.
Y en cuanto a rendimiento, después de haber viajado con un A3 TDI 2.0 16v 140cv S-line estoy seguro de que estaría a la altura de un G-60 sin problemas, así que reprogramándolo imagino que alcanzaría en ciertas mediciones al VR6 de serie por mucho que nos pese a los puristas.
|