Los más complicados son los de los trapecios, aunque más por sacarlos que por meterlos (cuando suele ser lo contrario
![Big Grin](images/smilies/biggrin.gif)
). Sobre todo los traseros, los redondos gordos, que hay que cortar el casquillo metálico que lo rodea. Para meterlos, ayudado con un tornillo de banco y la grasa que traen es suficiente, y el resto entran muy fácil.