Continúo descubriendo el circuito paso a paso, hasta llegar a la parte mas curva. La sección, “Mixtos” que han bautizado. Llego a una de la curvas, y la cola del Mk1 se desliza – “Voy un poco rápido-“, pienso. Contravolante, y todo vuelve a la normalidad. De este modo encaro la recta. Esa recta que me hace soñar, me conecta con mi infancia, y no me hace olvidar de donde vengo.
De este modo, hago unas 8 vueltas más antes de la parada de rigor para revisar tiempos, e intercambiar impresiones con Gonzalo sobre el trazado de la pista.
Salimos de nuevo a una segunda tanda, y los tiempos mejoran: Me siento mas cómodo en la pista, y el Mk1 ronronea como un gato. Al parecer, él también se siente a gusto, cosa que tranquiliza mis nervios, volviendo sobre aquella reflexión que hacía PoloJuan, cuando me preguntaba cómo podía arriesgar en la pista, algo que para mí significa mucho. Sobre, esto, me gustaría decirle que agradezco aquello que dijo, por que en pista, sus palabras vuelven a mí, y me impiden arriesgar mas de lo que debo. En verdad, gracias Polo.
En pista, en la segunda ronda, deciden salir todos los Porsche de última generación, a intentarlo también. No es una experiencia muy agradable, que un Porsche Cayman, y un 911 GT2 te revasen a 200 Km/h, o llegues a una curva, luego de una recta, y cuando vas entrando en ella, acomodado, según los límites físicos de tu coche sientas que atrás viene alguien con 5 veces la potencia, jajajajaja, pero esto es parte de las carreras, y es una buena forma de aprender a pilotear no solo mirando hacia adelante, sino estando alerta, para corregir cualquier error.
De este modo, termina para nosotros la sesión de prácticas libres, del sábado en la tarde.
Las impresiones que quedan son muy buenas y muy positivas: El trazado propuesto para esta carrera, no es fácil: Requiere conducir con los espejos. Es bastante curvo, pero creo que me siento cómodo en el, y de seguro, el domingo será un buen día.
Siempre pienso que la noche anterior a la carrera debo descansar y dormir bien. Al menos en teoría, la actividad física, y la actividad mental del día siguiente serán fuertes, pero nunca puedo dormir como quisiera. Son tal vez los nervios, así que siempre, y por agüero, el sábado en la noche me acuesto temprano, y veo la película “LeMans” con Steve Moqueen, jajaja, ya desde ese momento, siento la adrenalina de las carreras.
Al día siguiente ha llegado el momento. Podría llevar en grúa al Mk1 hasta el lugar. Un buen amigo que tiene una Dodge Ram, siempre se ofrece a hacerlo, para evitar que durante los casi 50 Kilometros que me separan del autódromo nada suceda y todo se arruine, pero me gusta atenerme a aquella teoría de Enzo Ferrari que rezaba que un coche debe llegar a la carrera por sus propios medios, así que emprendo la marcha de un modo muy tranquilo. El paisaje, rumbo al lugar es espectacular, y vale la pena ir despacio, mientras el sol va saliendo, para observar que tan privilegiados aún somos, de tener largos Kilómetros de zonas verdes con montañas y vegetación de variadas clases.
Ya en el lugar, comienza la acción: Una luz de stop, parece que dará guerra, y justo cuando busco el problema, llegan los comisarios para la inspección técnica. Con un disimulado golpe sobre el socket donde reposa la lámpara todo vuelve a la normalidad. Abro el capó, y uno de los comisarios jala del soporte de la batería, y se queda con el en la mano. En 10 minutos comenzará la carrera, y sin el soporte en su sitio, tendré que sentarme a ver la carrera desde las gradas.
Estoy muy tensionado. No logro apretarlo bien. Es preciso soltar el radiador de agua, para ubicar bien el pasador y de este modo sujetar el maldito soporte. El motor, aun por el viaje está hirviendo, y tomo los guantes. No puedo fijarlo. Por un momento, siento ese impulso de tomar el soporte, arrojarlo lejos, y mandar todo a la mierda.
Quiénes vinieron a verme, ¿Les gustaría verme reaccionar de ese modo? Un gran amigo, Diego Betancourt, observa que algo pasa, y llega corriendo. Solo dice: “Julián, lo que usted necesita es una mano amiga”, toma el soporte mientras yo lo aprieto. Dios, ahora si ha quedado en su sitio…
Estoy tenso. Este episodio me ha destruido los nervios, y cuando me subo al coche, me siento cansado. Gonzalo se sube, se acomoda su casco, y su pasividad, me muestra que debo cambiar la forma de pensar. Ya el susto pasó, y es hora de salir.
El motor arranca sin problemas, el escape ruge, y salimos a la formación de pre-grilla. Damos las típicas vueltas de cortesía y se lanza la carrera. Todo va bien, hasta cuando en la marcha, hacia la segunda vuelta, aparece un BMW 2002 que lleva un menor ritmo. La ventaja que llevaba sobre los coches que estaban atrás se ha perdido, y es preciso a como dé lugar revasarlo, no importa que sea en la parte más curva. Recuerdo lo que preguntaba PoloJuan, por lo cual lo tomo con más calma, mientras Gonzalo grita “Adelántelo, o estamos jodidos…” Atrás viene un Porsche 911 SC y la curva la encaramos el BMW 2002, el Porsche 911, y yo. No puedo medir fuerzas en ese punto, ni en ninguno otro contra un 911, por lo cual no arriesgo, suelto el acelerador, tomo la curva por fuera (confiado en que las Michelin no dejen que termine fuera), y permito al 911 entrar llevando la línea de carrera. Luego sigo yo, y de último entra el BMW, que ya no será problema durante el resto de la carrera mientras las vueltas siguientes le sostengo el ritmo al 911.
Finalizamos Séptimos, de un total de un lote de 18 coches.
Entro a Pits, y pienso que nada se ha perdido. He aprendido hoy algo, y es el autocontrol, desde todos los puntos de vista, y esta es la razón, para saber que la siguiente manga será mejor. Por ahora, a descanzar.
No es fácil manejarse a sí mismo, cuando deseas competir: Al principio la meta es estar allí, pero una vez lo logras, piensas que ahora hay que obtener resultados. Hay que exigirse, aquí, y en cualquier otro episodio de la vida. No es una exhibición de coches. Es un evento hecho para competir, por lo cual, no saldría de allí sin un mínimo 5 puesto, y sin los puntos necesarios para pensar que mejor sería dedicarme a escribir manuales de Yoga.